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domingo, 9 de agosto de 2015

Son montuno.















Jamás tuvimos garbo pero aún así danzamos
con la vitalidad de un sentenciado a muerte
salmodiando al perdón frente a su cena.

Danzamos,
y el resto del concurso que nos mal imitaba
nos mostraba su enojo.

Ingrávidos danzamos, tú amarrada a mi cuerpo
yo al vuelo de tu falda,
tú llenando mis manos,
yo atado a tu cintura
en breve contrapunto.

Apoyado en tu pecho,
sobre mi fe tu voz,
danzamos indomables hasta que la locura
dejó de interpretarnos el vals de los amantes,
y el tiempo y los silencios,
nos quitaron las ganas.





2 comentarios:

  1. Qué bien te hizo el foro Ultra, me alegra leer tus progresos.
    Felicitaciones, Jonh

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  2. buena danza de letras hermano, versos bailando entre ellos, que grande eres Jonh Madison

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